La espectrofilia es un término que tal vez no conozcas, aunque es posible que hayas oído hablar de lo que significa e, incluso, leído en la mitología. Posiblemente te sorprenda, pero el sexo con seres espirituales, o del más allá, ha sido descrito desde épocas inmemoriales, siendo más antiguo que las runas de protección. Por suerte aún podemos acceder a la literatura para leer algunos de estos relatos que, sin duda, te dejarán la boca abierta.
Desde la Antigua Grecia
La espectrofilia aparece descrita en la mitología de la Antigua Grecia. Una de las deidades que más actuaba de esta manera, haciendo el amor a mortales, era Zeus, el dios supremo del Olimpo. Para llevar a cabo sus atrocidades solía presentarse con el cuerpo de un animal u otro ente. De alguna manera, se convertía en un ser material, violando incansablemente a un gran número de víctimas.
Las consecuencias de los encuentros amorosos del dios griego daban como resultado el nacimiento de semidioses. Muchos de estos heredaban poderes increíbles, siendo algunos aceptados en el Olimpo, bajo la protección del dios.
Algunas deidades femeninas también caían en esta atracción hacia los mortales, acostándose con ellos. Aunque en los relatos no podemos dejar de imaginarnos su conversión corporal, para dar todo tipo de satisfacción a sus sentidos.
La Antigua Roma copiará de manera casi perfecta a lo escrito de la mitología griega. Estas historias eran conocidas por los contemporáneos de la época. Se adivina que solían tener fe por estas entidades debido a la cantidad de templos que aún permanecen en pie.
A pesar de las advertencias de famosos filósofos, como Platón, acerca de la autodestrucción de la moralidad y, en consecuencia, de los pueblos, por seguir a este politeísmo que consideraba indecente, no hemos dejado de conocer historias en la actualidad que nos hacen revivir esos antiguos relatos.
La espectrofilia en la actualidad
¿Te imaginas ser violada por un espíritu invisible en mitad de la noche? ¿Crees que te ha podido pasar a ti alguna vez, aunque no le des crédito al hecho? En parte, podemos decirte que puedes estar tranquila, ya que mucha gente admite haber sufrido estos acontecimientos.
Hay quienes argumentan una situación muy confusa y traumática, pero otros aseguran haber disfrutado de la experiencia, a pesar de poner en peligro su vida. Aunque no lo puedas creer, personalidades famosas han relatado para los medios de comunicación su experiencia.
El cine tampoco ha querido quedarse atrás al contar los relatos, supuestamente reales, que les ha sucedido a diferentes personas. Así, puedes inquietarte con la película “El ente”, de 1982, para que, después de verla, ya no puedas conciliar el sueño fácilmente.
Si has sufrido de esta experiencia, sabrás de lo que te hablamos. Seguramente eres uno más de esos testimonios y que, por vergüenza, no te has atrevido a contar tu caso, ni tan siquiera a tu entorno más cercano. Desgraciadamente, y a diferencia de la mitología antigua, se describen como malignos a la mayoría de los entes que realizan estos actos.
Es posible que mucha gente haya recurrido a protecciones poderosas, contactando con religiosos para librarse de este acoso espectral. En otros casos, solo ha existido un contacto, aunque ha sido lo suficientemente intenso como para dejar un trauma o una añorada satisfacción. Lo que es cierto es la multitud de descripciones que se dan en este aspecto.
Las entidades detrás de la espectrofilia
La ciencia no ha podido desentrañar este incidente y, la verdad, son pocos los que han querido investigarlo a fondo, sin apenas poder ofrecer un motivo. La psicología y la psiquiatría lo tratan como problemas o enfermedades mentales, a veces traumas, que provocan esta creencia a los pacientes que sufren de espectrofilia.
Aunque el origen es incierto, indagando en la religión y diferentes experiencias, se han podido determinar algunos aspectos importantes, siempre desde el punto de vista de la parapsicología.
Lo que más explica estos hechos es la presencia de entes, mayormente malignos, que buscan causar un daño físico y psicológico a sus víctimas. La demonología denomina a estos seres súcubos e íncubos. Los primeros hacen referencia a entes que se transforman en el género femenino, mientras que los segundos representarían al masculino. No se puede hablar de hombres y mujeres al referirnos a estos espíritus, ya que muchas víctimas ni los llegan a apreciar físicamente.
Libros de parapsicología definen estas experiencias como intentos de posesión o la pretensión de dañar a Dios ofendiendo a sus hijos mortales. Sea lo que sea esta experiencia, no deja de ser perturbadora para muchos.
Como hemos dicho antes, existen pocos casos que describen la espectrofilia como un recuerdo satisfactorio. Por lo que hemos visto, parece que ha existido siempre, aunque definido de manera distinta. No sabemos más que las historias que nos cuentan o lo que aparece escrito en la literatura. Quizás tú hayas sentido algo cercano a esto; en caso contrario, seguramente te has impresionado ante lo leído.
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