Muchas personas, en especial mujeres, cuelgan de collares y cadenas un dije con forma de árbol. ¿Te habías percatado de ello anteriormente? Es el árbol de la vida que, además de haberse transformado en un amuleto muy popular y en un regalo perfecto para cualquier ocasión, envuelve un significado muy interesante que vale la pena que conozcas.
El árbol de la vida representa, en líneas generales, el ciclo de la vida o ciclo vital. Sus raíces dan cuenta de los antepasados dentro del árbol genealógico; también simbolizan el nacimiento o renacimiento. El tronco es el presente: la propia vida que evoluciona hacia arriba y hacia los costados. Es progreso y, al mismo tiempo, expansión. Las ramas que van en distintas direcciones y tienen variadas formas (presentan múltiples bifurcaciones e irregularidades) se asocian al cambio permanente y a la constante necesidad de tomar decisiones a cada paso.
Hay quienes también relacionan el árbol de la vida con el contraste entre lo de arriba y lo de abajo, la luz y la oscuridad, lo superficial y lo subterráneo, lo que somos y lo que podemos llegar a ser. Además, este amuleto pretende significar que lo que el árbol tiene de florido (ramas, presente y futuro, familia, proyectos) se debe, en gran parte, a lo que tiene de sepultado (raíces, pasado, ancestros, ideas previas).
Quien lo obsequia, además de regalar una pieza de joyería, desea al homenajeado u homenajeada la posibilidad de progresar y crecer personal, profesional y espiritualmente. Se sabe que este amuleto atrae energías positivas para el portador y todo su entorno. Y que es sinónimo de una larga vida. Por ello es un símbolo de buena suerte y quien lo lleva colgado se siente protegido y premiado de alguna forma.
Transmite buenas vibraciones, fuerza y vitalidad, valores que siempre son bienvenidos y que nunca se poseen en exceso. Es un amuleto de la suerte que puede ayudar a la persona que lo recibe a triunfar en el ámbito profesional, en un examen o en la vida amorosa.
Atención: quien porta el árbol de la vida lo debería llevar cerca del corazón, colgando de una cadena lo suficientemente larga para que ello sea posible.
El poder del amuleto del Árbol de la Vida
El colgante del árbol de la vida tiene un poder asombroso. De hecho, se dice que brinda rejuvenecimiento y sanación, por lo que se utiliza en algunos rituales o trabajos de magia blanca. Atrae, como un imán, todo lo provechoso o próspero. Es, sin duda, un factor de protección dador de seguridad. Transmite sabiduría y conocimiento y por eso se asocia a lo académico, a los estudios superiores y a la capacidad para incorporar datos e información. Mejora, asimismo, el ánimo, ya que repele las vibraciones, los iones o las energías negativos o mal aspectados.
¿A quién regalar un amuleto del árbol de la vida? Por todo lo antes mencionado, es importante que decidas obsequiar este talismán de la suerte a las personas que más lo necesiten. Seres que estén atravesando un momento de vulnerabilidad y precisen una fuerza extra. Podría tratarse de una mujer que acaba de dar a luz, una amiga que está atravesando una cruenta enfermedad o un vecino que está pasando una muy mala racha en lo económico-financiero.
La fortuna o suerte llegará a sus vidas con el correr de los días, las semanas y los meses. No será de forma inmediata, pero al fin llegará. Y cuando lo haga, notarás cómo la persona a quien has regalado este amuleto agradece tenerlo cerca del corazón y dice estar viviendo una transformación vital. ¿Entiendes de qué se trata? El árbol de la vida, símbolo del ciclo o proceso de la vida, alejará los pesares o adversidades y, simple y forzosamente, hará posible que ese ser pueda dar una vuelta de página y reencauzar su vida de la mejor manera. Porque nada es para siempre; ni lo bueno o positivo ni lo malo o negativo. A una ola del mar sigue la otra, al día la noche y así sucesivamente. Por ello, el árbol de la vida potenciará la fe en los procesos, sin enfocarse únicamente en los resultados.
En síntesis, el árbol de la vida da cuenta de una parte material y una parte inmaterial; de una física y de otra espiritual. Para que el árbol se mantenga en pie (o para que una persona viva), precisamente necesita de ambos aspectos. Ninguno es más importante que el otro. Es la vida misma. Por ello, la próxima vez que lo regales o lo recibas como obsequio, ten en cuenta toda esta información y agradece al Universo por la llegada de este símbolo de buena fortuna a tu vida.
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