¿Alguna vez has sentido que llega a ti determinada persona para dejarte alguna enseñanza? Yo creo que sí. En el mundo terrenal existen personas que llegan a nuestras vidas, nos enseñan una lección, marcan una huella e inexplicablemente se marchan, por lo que es allí donde podemos decir que atravesamos o vivimos algunas relaciones kármicas que nos han enseñado algo importante en nuestras vidas.
¿Qué son las relaciones kármicas?
Las relaciones karmicas son relaciones que están llenas de enseñanza, que no llegan a nuestras vidas por mera casualidad si no que tienen un propósito para nosotros y/o nos ayudan a trabajar un determinado problema.
Estas relaciones al llenarnos de aprendizaje generalmente finalizan, se acaban, y si la lección no fue aprendida en su totalidad allí es cuando vemos que ese tipo de relaciones vuelve y vuelve a repetirse y lo seguirá haciendo hasta que verdaderamente hayamos entendido su designio.
Naturaleza de las relaciones kármicas y las almas gemelas
Al encontrarnos con una relación karmica, la primera sensación o respuesta puede llegar a ser de rechazo o alejamiento ya que en vidas anteriores pudo haber existido un percance que los haya distanciado y por ende en esta nueva vida tengan ese asunto por resolver. El secreto de estas relaciones es saber aprender de ello, perdonar y así podremos cerrar ese ciclo, porque como bien se dijo anteriormente esto va a seguir ocurriendo hasta que sepamos afrontar de manera satisfactoria la situación.
¿Cómo funcionan las relaciones kármicas y qué relación tiene con las almas gemelas?
Toda interacción con algún otro individuo, por más insignificante que sea, siempre llega a nosotros con un fin o propósito, o dicho de otra manera surge para darnos una lección karmica. A veces esta relación karmica está representada por la llegada de un alma gemela que tiene una misión muy específica, es decir, ella hace (el alma gemela) lo que tenga que hacer para que aprendamos esa lección o seamos lo que tengamos que ser, eso que está escrito o determinado en el universo para nosotros.
¿Las almas gemelas y las relaciones kármicas guardan relación con eventos o sucesos de vidas anteriores?
Si, puede existir la posibilidad de que en esta vida te estés relacionando con alguien que fue tu “peor” enemigo y esto gracias al reencuentro de almas gemelas predestinadas a solventar ese inconveniente que se suscito en el pasado, existiendo la posibilidad de que esta nueva relación afectiva y renovada dure para siempre. Es un alma de vidas anteriores que se encuentra con nosotros para enseñarnos algo elemental, es como una estrella fugaz.
¿Qué puedo hacer al encontrarme a esta alma gemela?
Jamás puedes forzar a esta alma (ella viene después de una relación kármica) a quedarse o mantenerse, debes tener claro que ella debe cumplir su objetivo y marcharse. Este caso es común cuando sientes una conexión indescriptible con alguien pudiendo llegar a tener algo con él/ella sabiendo que no durará mucho tiempo, aunque no lo creas es más común de lo que parece.
Muchos son los casos de personas que tienen relaciones cortas con determinados individuos y luego es común preguntarse ¿por qué se fue tan pronto? ¿qué pasó? ¿No lo merezco? ¿Acaso hice algo mal? ¡Pues no! No se trata de eso, si no que esa es la naturaleza de esa relación, llega, enseña y se va.
Algunas personas, a lo largo de sus vidas, afirman que no han podido encontrar su alma gemela, que esta no existe, que no están destinados a conocerlas, pero la verdad es que estas personas primero deberán pasar por varias relaciones karmicas hasta comprender la verdadera esencia de las almas. Así como existen personas que reconocen su alma gemela sin mucho esfuerzo y esta no necesariamente mantendrá una relación sexual con ellos, pero al compartir con ella ya se sienten completos, realizados, sienten una conexión inexplicable, una energía jamás vivida anteriormente, algo intangible pero verdaderamente poderoso.
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